Publicado el: 5/12/2021 12:00:00 AM por admin

“Y sobre todo esto, sé sincero contigo mismo, y de ello se seguirá como la noche al día, que no podrás ser falso con nadie”. 

- 'Hamlet', William Shakespeare.

Mi color favorito es el verde bosque. Me desgrada mucho la textura de las sustancias aceitosas. A lo más, puedo contener la respiración durante 82 segundos bajo el agua. Mi primer recuerdo es de los 2 años, rodando un camión de bomberos de juguete en el piso de madera a la luz del sol, en el dormitorio del segundo piso ubicado a la izquierda de la escalera en la casa de mi difunta abuela (por parte de mi padre) en Queens. Creo que hay una esencia superior detrás de la creación, pero que elijo no seguir. El queso es mi todo, y aunque soy intolerante a la lactosa, eso no me ha impedido asegurarme de que no quede ni una morona de queso cheddar.

¿Porque es esto importante?

En mis 34 años en este planeta, he alcanzado alturas de éxito que algunas personas admiran y otras envidian. En lo que respecta al mundo del entretenimiento y el estilo de vida, he tocado casi todos los subsectores que puedas imaginar de ese espectro, desde el teatro hasta el cine, desde el retail hasta la tecnología, dejando un impacto positivo indeleble. Si bien parte de mi talento está en, bueno, identificar y cultivar el talento, en gran parte mi éxito se debe a saber cómo puedo contribuir mejor a cualquier empresa en la que me involucre, asegurándome de que 'ese algo' esté dentro de mi conjunto de habilidades ganadoras.

Conocer las limitaciones es fundamental cuando se trata de cumplir y superar metas. La gente pasa mucho tiempo, a veces toda la vida, tratando de desarrollar las habilidades equivocadas o esforzándose por aquello que en realidad no es lo adecuado. Es muy probable que en algún momento entre tu nacimiento y el día de hoy, alguien te haya dicho que puedes hacer y/o lograr cualquier cosa que te propongas. Ciertamente hay una semilla de verdad en eso, pero ¿por qué trabajar duro cuando se puede trabajar de manera inteligente?

Al trabajar de manera inteligente, eventualmente crearás el espacio para perseguir una pasión en tu tiempo libre. Si avanzas por el camino que esperabas, a menos que seas un superdotado y puedas ser calificado, hay muy altas probabilidades de que no lo consigas donde la gestión de expectativas, de las más críticas entre nosotros, se mide en el percentil vértice. Lo peor de todo es que comprometerte con un camino al azar te costará un tiempo que nunca recuperarás, una energía que estaría mejor gastada en otra parte, y dejará tu factor de impulso y rebote desgastado y roto.

Si esto suena a tu trayectoria actual, cambia de rumbo inmediatamente. Las próximas palabras deberían vivir contigo a partir de este momento, todos los días: conócete a ti mismo.

Según el libro 'Insight' de la psicóloga organizacional Tasha Eurich, solo el 15% de las personas son conscientes de sí mismas. Creo que incluso eso es generoso. Como seres humanos, somos naturalmente curiosos. Comienza al nacer cuando todo es emocionante y nuevo. Luego, a medida que pasamos de los instintos básicos a la construcción de la lógica, comenzamos a dudar de nosotros mismos; comenzamos el autosabotaje; empezamos a aceptar las cosas como son, en lugar de aspirar a cómo podrían ser.

La percepción que tiene la sociedad de 'lo que es' y 'lo que no es' ha marcado la pauta para que muchos de nosotros sintamos aceptación y establezcamos una base de estructura. Aceptar el status quo es malo para los negocios y es malo para el crecimiento personal. Si estás dispuesto a ser complaciente, no sigas leyendo. Si está listo para hacer un cambio significativo en la escala de un cambio de paradigma, abróchate el cinturón.

¿Cuánto tiempo pasas teorizando versus actuando? Esa no es una pregunta capciosa. Los realistas dedican poco tiempo a crear/inventar. Los idealistas dedican poco tiempo a consultar la realidad el tiempo suficiente para implementar. Para avanzar con éxito, debes encontrar el equilibrio adecuado. La fórmula de esas proporciones es diferente para todos. Yo paso aproximadamente el 70% de mi tiempo de trabajo en contemplación enfocada y el 30% en acción. Ese 30% de mi tiempo de trabajo representa el 90% de mi jornada laboral. Entonces, ¿cómo es eso posible?

El subconsciente es misterioso. Cuando caemos en pensamientos profundos, nos autohipnotizamos. Si no aprendemos a manejar eso, puede pasar un día sin que lo notemos. Si aprendemos a dominarlo, lo que parece un día de ensoñación puede llevar menos tiempo que calentar una rebanada de pizza. La única forma de llegar ahí es con la práctica, y la única ruta para practicar es saber todo lo que puedas sobre ti mismo.

Eso suena a trabajar duro, podrías decir. ¿Acaso no escribiste, 'trabaja inteligente, no duro', Chris? En última instancia, sí, ese es el plan. Nunca llegarás allí si no estás dispuesto a esforzarte. Al igual que una casa no puede sostenerse sin los cimientos, no podrás alcanzar tu potencial óptimo sin autodescubrimiento. Empecemos aquí: ¿te gusta sentirte incómodo?

La respuesta es probablemente 'no'. A mí me encanta. ¿Por qué disfruto sintiéndome impotente? Esas situaciones me retan a pensar antes de actuar y, por lo tanto, no las olvidaré.

Como arena que se convierte en vidrio, aceptar la impotencia en realidad te da el poder transformador exponencial de convertir lo que de otra manera hubiera sido un hecho enmascarado, en un recuerdo accesible. Al encontrar comprometerte con la humildad, aprendes. Es más, aprendes más sobre ti mismo al aceptar la incomodidad. Subconscientemente te enseñarás a vivir sin miedo a no saber, en lugar de reaccionar instintivamente, basado en tu propia experiencia histórica preconcebida.

¿Puedes acelerar este proceso? Si y no. Realmente depende de cuán dispuesto estés a deconstruir todo lo que ha aprendido hasta este punto. Si eres el tipo de persona que puede darse un respiro para explorar nuevas ideas, incluso al principio, si no están completamente entendidas, esto será muy sencillo. Si eres el tipo de persona que lo desmenuza todo, llegarás más despacio.

¿Qué es lo que hay que hacer? Haz preguntas difíciles como: ¿Cómo te sientes contigo mismo?, ¿Cómo percibes la realidad?, ¿Cuándo y en qué prosperas? ¿Qué no estás dispuesto a aceptar de tus deficiencias? ¿Eres honesto contigo mismo sobre lo bueno y lo mao por igual?

Las autoinvestigaciones deben consistir en cuestionar lo que sabes sin montar una defensa y no conformarte con los resultados, sino profundizar en ellos. Luego, documéntalo, para que recuerdes las respuestas al pasarlas del concepto a lo material, fusionando la teoría con la acción y llevándonos a completar el círculo que mencionamos hace unos párrafos.

De hecho, sabrás las respuestas a muchas de las preguntas que te hagas de forma bastante innata. Lo más probable es que no te estés haciendo las preguntas correctas. Por lo tanto, no obtienes la información adecuada que te lleve a los descubrimientos que necesitarás para tener éxito. En cambio, estás recorriendo el camino equivocado, examinando la mecánica de nuestras construcciones en lugar de la mecánica que te hace funcionar como individuo. Cuando respondas con sinceridad, encontrarás una paz mental que pocos conocen.

Hay mucho que desentrañar, ¿verdad? ¿Te sientes incómodo? Bien. Estás en el camino correcto.

Fuente