Publicado el: 11/20/2020 12:00:00 AM por Admin

La pandemia del COVID-19 ha provocado un aumento en el consumo de drogas, legales e ilegales en la República Dominicana, según la óptica de dos psiquiatras.

Sócrates Castillo y Víctor Figueroa, expertos en adicciones, coinciden, principalmente, en referirse al incremento en el uso del alcohol y la marihuana durante la pandemia.

Castillo señaló que el incremento del uso de marihuana se nota, principalmente, en jóvenes entre los 18 y 35 años; mientras que la subida en la ingesta de bebidas alcohólicas sobrepasa ese grupo poblacional.

En tanto que Figueroa precisó que una de las razones por las cuales se incrementó el uso de la marihuana durante la pandemia es para disminuir los niveles de ansiedad, principalmente, en la población menor de 45 años con un tren de vida más exigente y acelerado.

Castillo hizo especial énfasis en el consumo de alcohol. Puso como ejemplo las estadísticas dadas la semana pasada por el Ministerio de Salud Pública sobre uso de alcohol, cifras que dijo son conocidas, pero "escalofriantes".

Salud Pública reveló que una de cada 20 muertes en el país está relacionada con el uso de bebidas alcohólicas. En las muertes por accidentes de tránsito, el alcohol está presente en el 50% de los casos.

Informó que la República Dominicana ocupa el séptimo lugar entre los países de América con mayor ingesta de bebidas alcohólicas, con un promedio de 6.9 litros por personas, por año. En tanto, el 13% de la población presenta varios grados de dependencia del alcohol.

"Es vergonzoso lo que está sucediendo aquí con el alcohol", enfatizó Castillo. El experto criticó la venta de alcohol en las afueras de la ciudad a conductores, lo que puede llevar accidentes viales.

El psiquiatra Víctor Figueroa indicó que las personas, al no poder socializar ante las medidas que restringen la movilidad, han llevado los bares a las casas.

“(...) e incluso quienes no tenían la costumbre de tomar alcohol ahora lo hacen frecuentemente. También, hemos visto que muchas personas consumen alcohol (que es una droga legal) para paliar los problemas que ha traído estos meses de tantas restricciones”, detalló.

Abordaje

Sobre el abordaje para superar el consumo de estas drogas, Sócrates Castillo dijo que algunas personas buscan ayuda profesional, pero afirmó que el problema es que los tratamientos no están al alcance de los más necesitados.

Apuntó que los gobiernos han dejado el problema de las adicciones en manos de ONG que, posiblemente, no tengan el personal adecuado debido a los pocos especialistas que hay del área aquí en la República Dominicana.

Criticó que los gobiernos no hayan tenido respuestas en cuanto a tratamiento se refiere para las adicciones.

El psiquiatra, sin embargo, recomendó a quienes tengan problemas con las drogas, acercase a los hospitales de tercer nivel que cuentan, por lo menos, con un abordaje inicial.

"Esperamos una respuesta del Estado al problema de las drogas, un verdadero plan", señaló. Consideró que el programa debería incluir un apartado para la reducción de la demanda, y no solo tratar el problema de manera represiva.

Para Figueroa, a principio, el confinamiento, debido a las limitaciones en la interacción médico-paciente llevó a que algunos perdieran el ritmo de su tratamiento por lo que recayeron; mientras, para otros resultó beneficioso puesto que su principal disparador de consumo era, precisamente, la constante socialización.

Sin embargo, enfatizó en que los hábitos en cuanto al consumo de sustancias psicoactivas han cambiado en estos meses.

Por ejemplo, dijo, el consumo a nivel social ha disminuido, sustancias como el alcohol, cocaína, éxtasis que son drogas que se utilizan con frecuencia para socializar, han visto mermadas sus ventas.

“Actualmente ya se ha retomado la consulta de manera presencial, lo que ha permitido volver a dar estructura a los tratamientos”, comunicó.

Uno de los principales retos que ha provocado la pandemia del COVID-19 es que vulneró la salud mental, no solo de pacientes adictos, sino de “personas que no presentaban previamente ningún trastorno mental”.

Por otro lado, informó que los grupos de autoayuda como Alcohólicos Anónimos limitaron sus encuentros y aunque mantenían la virtualidad, no todos se sentían tan cómodos bajo esta modalidad, trayendo como consecuencia recaídas.

Otros perdieron sus trabajos, se enfrentaron a pérdidas y duelos, que se constituyeron en estresores que los llevaron a retomar el consumo.

Víctor Figueroa precisó que el abordaje a las adicciones a las drogas debe ser biopsicosocial y de manejo interdisciplinario, en el que participen psiquiatras, psicólogos, terapeutas de familia, enfermeros y trabajadores sociales, entre otros.

“También es muy importante contar con una red de apoyo familiar, pues son ellos quienes estarán allí la mayor parte del tiempo como principales aliados”, aconsejó.

Exhortó a quienes tienen un problema con el consumo de drogas a buscar ayuda a tiempo, acercarse a los servicios de salud especializados en consumo de sustancias.

De igual forma, los instó integrar a las familias en el problema para ampliar la red de apoyo.

“Si usted es familiar de una persona con problemas de adicción no lo maltrate; comprenda que es una enfermedad de la que se requiere apoyo para salir”, recomendó.

“Entender que esta es una situación difícil para todos y que, no debemos exigirnos tanto”, señaló.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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