Desde los centros que vigilan el comportamiento de la economía mundial están emanando buenas noticias sobre las expectativas de crecimiento económico de nuestro país este año y el siguiente.
Tanto los bancos Mundial e Interamericano de Desarrollo como la Comisión Económica para América Latina y la firma calificadora de riesgos crediticios Moody’s, proyectan un horizonte de crecimiento superior al 5 por ciento.
Del mismo modo, aguardan un repunte moderado de las inversiones extranjeras y del turismo y una recuperación de los entes productivos y de comercio, a consecuencia de las políticas macroeconómicas y de estímulos financieros.
Desde que comenzó la pandemia hace un año, los pilares económicos quedaron seriamente averiados o paralizados.
Pero las cifras del comportamiento de la economía a principios de año, según el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, muestran un crecimiento interanual del 1.1 por ciento, tras caer a -29.8 por ciento.
Estas noticias alentadoras reflejan que ha habido una respuesta correcta a las emergencias provocadas por la pandemia, por las que el país ha pagado un alto precio en desempleo, reducción de ingresos y cierre de negocios.
La gran batalla que queda por librar, para redondear esta cadena de esfuerzos positivos, es contra el Covid, recurriendo a las armas más efectivas de prevención y freno y procurando inmunizar este año a la mayoría de los ciudadanos con las distintas vacunas anticoronavirus de que dispongamos.