Publicado el: 1/29/2021 12:00:00 AM por Admin

En apenas su segunda par­ticipación en la Serie del Caribe, la República Do­minicana brindó muestra del éxito que alcanzaría a lo largo de la trayectoria en estos Clásicos.

Una corona obtenida por el Licey (6-0) de manera invicta comenzó a mos­trar el poderío existente y por ende la presencia de su personal de gran valía como lo fue Manuel Mota, quien a cuyo average de .579 (19-11) agregó jugar con eficiencia en el prado central, pero sobretodo ser el mentor de ese con­junto. El se convirtió en el primer pelotero dominica­no en obtener el premio de Más Valioso.

Dos años después y tras un éxito de los propios azules, Bobby Valentine se llevó los máximos honores como el Mas Valioso, tras promediar .400 (24-10), en una serie en que Mo­ta y Jesús Alou fueron co-líderes de bateo con .500 cada uno (24-12). Valenti­ne fue el primer importa­do en ganar el premio en estos clásicos.

En 1977 llega la gran ex­plosión de Ricardo Car­ty y sus históricos cinco vuelacercas conectados en Caracas, Venezuela, lo cual fue la marca solita­ria en estos eventos has­ta que Barry Jones conec­tó igual cantidad en 1990. El famoso Rico empujó 10 vueltas y se convirtió en el tercer Más Valioso domini­cano.

Transcurrió un trío de años para que Ruddy Law se apoderara de este ga­lardón en un plantel do­minicano preñado de ta­lento, entre ellos Mickey Hatcher (6 empujadas), Leon Durham, Pedro Gue­rrero, Tony Peña, César Gerónimo, Dámaso Gar­cía, Rafael Landestoy en­tre muchos otros.

En 1985, José Rijo se tomó para sí, el clásico caribeño, tras una magistral labor co­mo relevista en que rescató tres de los cinco triunfos ob­tenidos por el Licey en ese certamen y su efectividad fue de 0.00, abanicando a 11 en solo 7.0 actos.

Rufino Linares represen­tando al Escogido, logra el premio de Más Valioso al quedar co-lider en empu­jadas con cinco. Dos años después comienza la gran explosión de Gerónimo Be­rroa, mejor jugador en dos certámenes seguidos, tras empujar 8 vueltas en cada serie, en la de 1990 conectó cuatro vuelacercas y bateó para .286 en la primera con el Escogido y un robusto .470 con el Licey en ambas series efectuadas en Miami.

Jim Bowie, un inicialista que reforzó al Licey obtuvo el premio en el evento cele­brado en 1994, tras prome­diar un robusto .421 (19-8), disparar tres jonrones y empujar 11 en el certamen conquistado por el Licey (5-1).

Así como Berroa fue el gran hombre de los clásicos de 1990 y 91, Neifi Pérez lo hi­zo igual en 1998 y 1999, re­forzando a las Aguilas y el Licey. En la primera se llevó seis lideratos y su promedio fue de .444 (27-12), con seis dobletes y en ambos certámenes hilvanó una ra­cha de 14 juegos batean­do de hits. Su promedio de por vida de .340 es el octa­vo más elevado en la histo­ria. En la segunda serie tu­vo average de .400 (30-12).

Al paracorto le siguió entre los Más Valiosos, David Or­tiz en el 2003, siendo de­terminante en el triunfo de las Aguilas en Carolina. El Big Papi culminó con .462, dos vuelacercas y 11 empu­jadas, lideró en bateo. Jus­to un año después, Francis Beltrán con su labor desde el relevo, tres salvamentos fue el Más Valioso, abanicó a 6 en 4.1 de actos.

En el 2007, Tony Batista re­cibe este gran mérito, pues aunque su average fue de solo .259, empero lideró en jonrones con tres y fue se­gundo en remolcadas con 8. Un año después, Ramón Ortiz logra esta distinción tras una gran jornada con el Licey en que obtuvo dos victorias, con 0.00 de efec­tividad en 11.2 de entradas.

De su lado, Fernando Mar­tínez obtuvo la distinción en el 2010 actuando con el Escogido en isla Margarita. El swing” tuvo promedio de .316 (19-6) con dos vuela­cercas y un trío de produci­das. En el 2012, Jairo Asen­cio tuvo tres salvamentos como refuerzo de los Leo­nes para ser el Más Valioso de la serie efectuada en el estadio Quisqueya.

 

Fuente
Listin Diario