Publicado el: 6/16/2021 12:00:00 AM por admin

Un oportuno oxígeno

En una economía forzada a reajustarse para superar los traumas de la pandemia del Covid, el anuncio de un aumento del salario mínimo del 24 por ciento promedio en tres niveles empresariales, oxigena el maltratado poder adquisitivo de los trabajadores.

Claro, los demás empleados privados no cubiertos por esta medida aspirarán a que sus sueldos sean revisados al alza para afrontar la inflación con algún alivio porque, al fin y al cabo, las variantes de precios les afectan como consumidores.

A esto hay que añadir que, en el marco de las medidas de emergencia por la pandemia, el gobierno mantuvo hasta abril los pagos de una ayuda a los trabajadores suspendidos, luego elevó los montos y el número de beneficiarios del antiguo plan Solidaridad y ha destinado recursos a tasa cero para apoyar a los productores agropecuarios.

También ha asumido los aumentos de los precios internacionales del petróleo para que no se reflejen en los de los combustibles a nivel local.

El hecho de que este nuevo salario mínimo haya sido acordado en una concertación no traumática con los sectores empresariales y laborales, es una señal de que para conducir la economía por la ruta del crecimiento y la estabilidad se precisa de la unidad de todos los sectores.

Las nuevas escalas de salario mínimo mejorarán significativamente el poder adquisitivo de los beneficiados y hay que aceptarlas como una de las tantas vías posibles para evitar que, por efectos de la inflación, mucha gente siga viviendo de lo comido por lo servido.

Fuente